¿Quién fue San Benito?
Basta con hacer una simple búsqueda en google para conocer la biografía del artífice de la medalla que desde hace un tiempo se popularizó y se considera como un símbolo de protección contra el maligno e incluso de ahuyentar las fuerzas demoniacas.
Fundador de la orden de los benedictinos, Benito, nace hacia el año 480 en Nursia, Italia, fue un monje católico, y su fin era establecer monasterios autosuficientes.
La Vida de San Benito fue escrita por el papa San Gregorio Magno, cuarenta años después de su muerte. El abad Benito mostró desde muy joven especial devoción hacia la Cruz, ya que lo consideraba como un signo de salvación, muestra de ello fue, según su autor, las ocasiones donde invocaba éste símbolo le fueron atribuidos sus milagros.
Benito, era proveniente de una familia noble de Nursia, y 4 años antes de su nacimiento, en el 476, Odoacro, rey de los Hérulos derrocaba a Romulo Augusto, último emperador romano, lo que significaba el fin del imperio romano de Occidente.
Los hérulos era una tribu germánica proveniente de Escandinavia, la cual tenia prácticas sexuales poco ortodoxas, como el sexo entre los guerreros y la zoofila.
«… y ellos practican el sexo contrariamente a los fines de la ley divina, incluso hombres con asnos»
Procopio de Cesarea, de Bello Gothico, VI. xiv. 36
El joven Benito tenia la edad de entre 13 y 15 años, por órdenes de sus padres fue enviado a Roma para realizar sus estudios, pero en ese momento la vida en este lugar era demasiado caótica, por lo que pasado un tiempo por temor a perder su fe, toma la decisión de dirigirse a la población de Enfide para alejarse de este tipo de vida, lo que lo llevo a convertirse en ermitaño. 3 años fue el tiempo en el que Benito permaneció en esta condición, hasta el momento en el que en en lago que era alimentado por las aguas del río Ariene, conoce a Román, un monje de un monasterio cercano y fue éste que lo convence a dedicarse a la vida monástica, en el monasterio de Sacro Speco.
San Gregorio, en su obra, menciona que tiempo después Benito, como Abad del monasterio de Vicovaro, impulso un reglamento a lo que llamó como “La Santa Regla”, la cual bajo la síntesis de Ora et Labora <<Ora y trabaja>>, fue la inspiración para muchas comunidades monásticas.
Esta regla que fundamentalmente dice que la vida del monje tenia que ser de contemplación y acción incomodó a una parte de los mojes de su abadía hacia el año 525-529, los cuales intentaron envenenarlo una copa de vino envenenada, pero ésta se rompió luego de que San Benito la santificara. Posteriormente el padre Florencio, motivado por la envidia decide darle pan envenenado, pero Benito al momento de rezar su oración el pan le fue arrebatado por un cuervo; al darse cuenta de este acto éste se percato de la mala fé de los actos de sus compañeros, y después de exclamar su decepción y tristeza ese mismo día regreso a Subiaco, dejando la vida oculta para llevar a cabo el plan para la cual Dios la había preparado.
Su vida estuvo llena de milagros de todo tipo, incluso se le adjudica la resurrección de algunos muertos, y no es que éste fuera un hecho menor pero algunas interpretaciones llegan a ser un tanto imprecisas, ya que lo más notable de su vida fueron sus profecías.
Finalmente en el año 530 fundó el monasterio de Monte Cassino sobre las ruinas de un antiguo templo pagano en honor a Apolo. Mismo lugar donde sería su última morada.
Para el año 543, el Santo pidió a sus discípulos que cavaran una tumba y ésta una vez terminada fue atacado por una fiebre y para el Jueves Santo durante la eucaristía, murmuró sus últimas palabras: “Hay que tener un deseo inmenso de ir al cielo”, posteriormente murió de pie en la capilla, cumpliendo así con su última profecía.
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