SUERTE
Siempre he sido de las personas que desean la suerte, tal vez es parte de una costumbre, sin embargo, en repetidas ocasiones he recibido la misma respuesta, << la suerte es para mediocres y que lo que se desea es el éxito >>, Pasando de ser un buen deseo a ser una superstición ignorante…
Nunca había pensado que la suerte y el éxito tuvieran un punto de comparación o que fueran opuestos. Según la RAE la suerte es el encadenamiento de los sucesos, considerado como fortuito o casual y el éxito lo define como el resultado feliz de un negocio o actuación; en este sentido desear el éxito sería desear que se obtenga un resultado feliz, pero ¿si dentro del proceso del éxito, los hechos aleatorios, causales o fortuitos ocurren trabas o bloqueos que impidan este fin, podría ya considerarse producto de una “mala suerte”?
En todo caso, lejos de ser casos aislados podríamos considerar que la suerte y el éxito bien pueden ir acompañados, como buenos deseos. Ahora bien, lejos de términos y palabras, estas afirmaciones me obligan a pensar: ¿la suerte es real?, ¿cuales son las causas que la producen tanto en sentido positivo o negativo?, ¿Acaso mi éxito o falta de, tiene que ver con la suerte?, ¿Se puede cambiar?, ¿Es el destino?.
Gerard Encausse ( Mejor conocido como Papus, famoso médico francés y gran divulgador del ocultismo de finales de 1800 ) , aborda este tema y considera que la suerte es relativa en el sentido de que si nos comparamos con una persona a la que consideramos con suerte, seguramente lo que estamos comparando es su realidad con nuestros ideales o sueños, y estos parecieran difíciles de alcanzar. Sin embargo, cuándo reflexionamos y nos comparamos con personas que sufren nos damos cuenta, que los que tenemos suerte, somos nosotros.
No obstante, aceptamos que tenemos una mala suerte cuando los resultados, independientemente de las causas no nos son favorables, al grado que sentimos que no solo nosotros carecemos de este don, sino que cuando tenemos personas cerca, corren con la misma suerte.
Papus aborda el tema y para su análisis los divide en 3 causas: físicas, astrales ( signaturas astrales de nacimiento ) y espirituales ( maldiciones, odio o envidia, falta de caridad, etc).
El magnetismo personal es la fuerza de atracción o rechazo inherente en el ser humano, determinado principalmente de nuestros pensamientos, ya que éstos son los que generan las emociones, las actitudes y son el timón de nuestras acciones. Apegados a este principio y retomando la definición de suerte, no podríamos esperar mas allá de lo que hacemos, y vivir su resultado confiando el la ley de correspondencia energética mencionada en el Kybalion, la cual nos dice que “todo lo que sucede alrededor de una persona refleja lo que le está ocurriendo por dentro”.
Según el místico francés, esta es una afirmación frágil, por que según él, solo sería parcialmente una de las 3 causas de la suerte (espiritual).
En las siguientes entradas explicaremos cada una de las causas que determinan la suerte, y de cómo poder recuperarla siguiendo las propuestas de PAPUS.
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